Encuentra al que pueda hacerte sonreír cuando veas que el mundo se te viene encima.
Que te llame de nuevo cuando le cuelgues, que te diga cuando te equivocas, e incluso que te haga llorar con ciertas palabras. Que quiera enseñarte el mundo, que conozca tus peores defectos, y aun así, siga queriéndote como el primer día, o más, quién sabe.
Espera a que te recuerde constantemente lo mucho que le importas y lo afortunado que es por tenerte. Que cuando te presente a sus amigos diga: -"Sí, es ella, no hay otra..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario